Viajemos juntos en el Tiempo:
Asturias, primeros años de nuestra Era. Cae la noche sobre el bosque. La Luna y las estrellas brillan sobre un pequeño claro. A lo lejos, un castro en cuyas casas descansa la gente junto al calor del fuego. Hasta nosotros llega el olor a la leña quemada de aquel lugar.
Escuchamos pasos sobre las hojas secas que cubren el suelo del bosque. Nos escondemos entre la maleza y observamos. Un hombre anciano, de cabellos y barba plateados, vestido con una túnica blanca, entra en el claro. Mira a la Luna, y dice unas palabras que no logramos entender. Acto seguido, se acerca a un árbol. Era un árbol distinto al resto. De tronco ancho y rugoso, que parecía tan viejo como la Madre Tierra. El anciano metió en un pequeño bolso de piel unas cuantas hojas y algún trozo de la corteza. Se arrodilló junto al árbol, dejó junto a él unas piedras grabadas con símbolos y se fue. ¿Quién era ese anciano? ¿Qué misterio esconderá ese árbol?
Pues bien, lo que hemos visto en nuestra visita al pasado era ni más ni menos que un druida venerando su árbol sagrado: el Tejo. Vamos a aprender unas cuantas cosas de él.
El nombre científico (el formado por el Género y la Especie) del Tejo común es Taxus baccata.
Al igual que los Pinos o los Abetos, pertenece a la familia de las Coníferas.
Suele alcanzar entre 10 y 20 metros de altura. Su tronco, marrón oscuro, puede alcanzar los 4 metros de diámetro. Sus hojas son como pequeñas hojas de lanza, verde oscuro, y se agrupan en espiral sobre la rama. Sus frutos, al madurar, se ven como unas bolitas de color rojizo.
http://naturalezadeasturias.es/upload/mn_tejo_bermiego_JGR_900x600.jpg |
https://davisla.files.wordpress.com/2011/02/taxus-baccata-berries.jpg |
¿Y por qué ese misticismo sobre este árbol? Primero por su longevidad. El tejo de la foto anterior, el Tejo de Bermiego (Parroquia de Bermiego, en Quirós, Asturias) tiene alrededor de mil años de edad.
La segunda razón es que los celtas lo consideraban el árbol de la Vida y de la Muerte. ¿Por qué?
Casi en su totalidad, este árbol presenta una sustancia tóxica que puede ser mortal. Los druidas, con madera de su tronco y ramas, junto con sus hojas, creaban un potente veneno. Los antiguos guerreros celtas, antes de morir a manos de sus adversarios, se suicidaban ingiriendo este brebaje.
Pero un árbol tan longevo, también debía ser considerado el Árbol de la Vida. Y muy desencaminados no andaba aquel antiguo pueblo, cuando hoy en día, de las hojas y de la corteza, también se puede obtener una sustancia, el taxol, utilizado en tratamientos actuales contra el cáncer.
Por cierto, una curiosidad. La expresión "tirar los tejos" tiene una extendida explicación, y es que en el antiguo pueblo celta, las mujeres se declaraban a los hombres tirándoles una ramita de este sagrado árbol.
Es casi mágico poder ver, sentir, conocer... un árbol que ha tenido tanto significado y tantos usos durante miles de años. Y es nuestro deber cuidar y preservar nuestro entorno para que pueda seguir ofreciéndonos cosas como esta y que generaciones futuras puedan disfrutar con ellas.
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